Estos últimos días, me han ocurrido algunos hechos curiosos que, aunque no sean tan interesantes como para dedicarles una entrada completa, sí lo son lo suficiente como para agruparlos en una. Quiero aclarar que no, mi vida no es interesante, y estas tonterías que voy a contar no lo son, pero me han llamado la atención e incluso algunas me han dado algo que pensar.
Hecho curioso número uno. El sábado, a eso de las 7.45 de la mañana, el sonido del timbre de casa me saca de un profundo sueño. Y no el de abajo, que a veces ocurre que gente borracha volviendo de fiesta se dedique a llamar a los timbres (he visto hacerlo, y yo misma, hace bastantes años, lo he hecho). No, era el timbre de arriba, de la puerta. Por supuesto, medio dormida aún, lo único que se me ocurrió pensar era que la que llamaba era mi madre (tengo una extraña obsesión con ese tema, de la que tal vez hable en otra ocasión), y esperé a ver si volvían a llamar. No lo hicieron, pero mi curiosidad era grande, así que sin hacer ruido para que la persona no me oyera, me acerqué a la mirilla y, al no llevar gafas, no puedo dar demasiados detalles, pero lo que vi fue un hombre que no conocía de nada llamar a la puerta de mis vecinos de enfrente que por supuesto tampoco abrieron. Acto seguido, llamó al ascensor y se fue. Como véis, nada del otro mundo pero yo me pregunto, ¿qué clase de gente se dedica a llamar a casa de la gente a esas horas? Gente loca, sin lugar a dudas. La gente de mi entorno me ha sugerido testigos de Jehová, pero no tenía pinta (pero tengo anécdotas sobre éstos para un próximo post). También se me puede acusar de no interesarme por el prójimo ya que tal vez ese hombre tuviera problemas y necesitara ayuda. Pero un dato: soy una mujer, relativamente indefensa y viviendo completamente sola, no creo que sea lo normal abrir la puerta a un hombre desconocido a las 7.45 de la mañana.
Hecho curioso número dos. Esta tarde, volvía a casa después de clase, y al entrar en la autovía de repente, el tráfico queda completamente detenido. Los coches empiezan a avanzar, pero muy, muy lentos. A lo lejos, veo luces de un furgón de policía, indicando supongo que un accidente, y pienso: "vaya, qué mala suerte, me tiene que tocar justo ahora". Y mientras voy avanzando, cada vez más lento, me voy dando cuenta de que el accidente no ha tenido lugar en mi lado de la autovía sino en el lado de la entrada a Valencia. Y que el tráfico estaba detenido porque los coches se paraban a mirar!! Pero vamos a ver, ¿por qué la gente es así? ¿La gente no tiene vida? ¿No tiene casa? ¿Tan interesante es mirar un accidente de coche? Ni siquiera se veía el accidente, sólo el furgón de policía atravesado. Una vez pasado ese punto del trayecto, llegar hasta mi casa ha sido rapidísimo. Esta historia tal vez parece completamente absurda, pero a mí me choca que la gente, a riesgo de provocar un accidente, decida pararse en mitad de la autovía para contemplar lo que está pasando en el otro lado.
Hecho curioso número tres. Esta noche, tumbada en la cama con el ordenador y la manta, veo un movimiento sospechoso y me doy cuenta de que una asquerosa ARAÑA se pasea por la manta como si nada. No es que me den miedo las arañas, ni siquiera me dan particularmente asco, pero ésta era bastante grande, y la verdad es que me pareció indignante verla pasear con tanta tranquilidad casi encima de mí. Yo nunca mato un bicho porque me da asco, pero he intentado matar a la araña, aunque se me ha escapado. Al menos no era una cucaracha, porque entonces creo que hubiera pegado un grito y me hubiera ido corriendo a dormir a casa de mi tío.
Hecho curioso número cuatro. Me he vuelto completamente sociópata. Quiero decir, no sociópata en el sentido patológico y asesino, sino lo que podríamos calificar "con ligeras tendencias sociópatas". A veces tengo periodos en que la gente, en general, me saca de quicio, en que no soporto la compañía de nadie, todo el mundo me parece irritante. Pues bien, estos últimos días me pasa eso, pero más intensamente que de costumbre. Empiezo a hablar con gente porque me caen bien y en las primeras frases ya me doy cuenta de que no me apetece hablar. Esto me ha pasado hoy en el messenger, prácticamente con todos los que he hablado, incluso con
él, con el que he acabado teniendo una discusión de lo más tonta. De hecho, en la comida ha sido cuando me ha dado este apelativo cariñoso de "sociópata". De todas formas, lo más bonito que le he dicho hoy ha sido "Te odio". Y lo peor es que en ese momento lo sentía. Preocupante.
Hecho curioso número cinco. Como ya comenté, estoy viendo
Embrujadas. Pues bien, anoche acabé por fin con la cuarta temporada que, a pesar de no tener a Prue, es la mejor (de momento), por toda la historia de Phoebe y Cole. Aunque eso sí, a veces se flipan un poco, como con el feto demoníaco de Phoebe. En uno de los capítulos de anoche, Phoebe tiene un sueño en el que da a luz estando embarazada de dos meses, y el niño sale perfectamente formado. Pues me debió de impactar porque anoche soñé que de repente yo tenía una niña recién nacida y preciosa, y que tenía que llamar a mi madre porque ella ni siquiera había sabido que yo estaba embarazada. Pero en los sueños, a veces la lógica funciona, y la mía me decía: "La última vez que vi a mi madre fue en agosto y no estaba embarazada, ¿cómo es posible que en noviembre tenga ya una niña?" Quitando eso fue un sueño bastante bonito, aunque del todo irreal.
Hecho curioso número séis. El último y más tonto de todos. Para combatir mi depresión-barra-psicopatía, he decidido irme a Mercadona y siguiendo el consejo de una de las amigas a las que me cuesta soportar estos días (soy una horrible persona, lo sé, espero que se me pase), he comprado una cosa que está buenísima y que no conocía:
Bokawa, un nuevo producto de Nocilla (el enlace es para que todos corráis a comprarlo como hice yo en cuanto esta chica me lo envió). La verdad, no me ha suavizado el carácter, pero valía la pena probarlo.
Y bueno, creo que ya está. Si tengo más anécdotas que contar las iré reuniendo en un próximo post. La verdad es que me ha quedado más largo de lo que pretendía, pero ya compensaré con un post corto la próxima vez.